Los mundos bonitos son los mejores. Rocío, Mariana y Andrea le dan vida a esos universos en donde los colores se llevan a su máxima expresión, la elegancia se deja ver a través de acabados de lujo, la personalidad cobra vida con patrones abstractos o con la infalible perfección de la geometría; el brillo no se olvida, como tampoco lo hacen esos toques coquetos de colores metálicos que, en conjugación con el todo, llevan lo mejor de la inspiración de la realeza hasta la decoración de las bodas más exclusivas. Su vida, como sus vajillas y elementos ornamentales, se enmarcan en la historia de esas mujeres que, en un trono, dieron muestra de un carácter inigualable (como el de ellas), una expresión envidiable de la belleza y esa pizca de diversión que a nadie le cae mal. Hoy, Boudica Atelier, se convierte en una prueba de que los cuentos de fantasía, el enfoque atemporal y una ambientación fuera de serie pueden llevarse a todos los eventos posibles. Descubre más de su trayectoria y ¡enamórate de este concepto!
La historia de una realeza reinventada
Sin lugar a dudas, el diseño de estas empresarias se establece como el detonante de una inspiración que descubre palacios y rincones maravillosos gracias a Boudica, la reina celta que se ha convertido en su mayor inspiración y que, además, significa victoria. Carlota, Isabel, María Antonieta, Cleopatra, Rania, Máxima o Helena son tan solo algunos de los nombres que enmarcan el concepto detrás de esta empresa mexicana… todas reinas, todas distintas, todas únicas. “Nuestro primer evento fue en abril del 2017 y nos lanzamos en la boda de Ximena Navarrete. Nos contrató González + Helfon, le hicimos una vajilla personalizada y ahí fue la gran presentación. A partir de ahí hemos introducido vajillas poco a poco hasta tener la colección que tenemos al día de hoy”, me cuentan.
La dupla de González + Helfon amó la propuesta de diseño y personalización y, con ello en mente, se dieron a la tarea de crear un producto excepcional. “Todo el proceso de diseño para darle forma a lo que ahora es María Antonieta (la vajilla protagonista en la boda de Ximena Navarrete) fue muy largo”, dicen. Después de un ir y venir e ideas, tres días antes de la boda recibieron todo el material: una vajilla exclusiva para una celebración de, aproximadamente, 900 personas. El objetivo de las tres empresarias se mantuvo firme en hacer un trabajo perfecto, sí, pero también en marcar la pauta en una nueva forma de diseño y de experiencia llevada a la mesa.
El buen gusto siempre ha sido una pieza clave en el desarrollo de Boudica Atelier, y este elemento se nota a la distancia y sin necesidad de lupa. Cada elemento tiene sentido y se elabora bajo un concepto de magia y unicidad, sin olvidar que los límites de la imaginación y el estilo no existen, mucho menos cuando se trata de crear una experiencia para los sentidos a través de ornamentos que capturen las miradas de propios y extraños. Con eso en mente, Rocío, Mariana y Andrea me cuentan que “a las tres nos gustaba muchísimo todo el concepto de una mesa muy bien puesta desde tu casa, que se viera elegante pero siempre con un toque original y que reflejara nuestra personalidad. Descubrimos que había un nicho con algunas opciones en el mercado, pero nunca con algo que se asemejara a nuestra visión en calidad de diseños, cantidades, etc”, dicen. Sin duda, una gran diferenciación en su propuesta se concentra en la capacidad de poder hacer diseños en bodas de más de 600 invitados.
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Boudica Atelier y la personalidad de la realeza
“Los diseños los hicimos pensando en la personalidad de las reinas, en colores de tendencia y pensando también en que sean utilizados para un banquete, pero que se vean como si fueran parte de esa vajilla que tienes en tu casa”, dicen. Evidentemente, el objetivo se logra desde el primer vistazo. Parece que esta trifecta ha pensado en consentir a todo tipo de personalidades, haciendo uso de líneas, patrones geométricos, diseños que simulan brochazos de pintura (por cierto, Rania es mi favorita del mundo), efecto dominó en blanco y negro, apreciaciones mexicanas con tintes de talavera, un acercamiento al oriente con sus clásicos referentes gráficos, maderas que conquistan a quienes apuestan por lo natural, y mucho más. Lo interesante radica en una idea de interiorismo de lujo llevado a la mesa, sí, pero también en la oportunidad de mezclar y hacer combinaciones arriesgadas. Todo ello con el fin de que las mesas, y todo lo que hay en ellas, sean una extensión del carácter y la esencia de los novios.
Si algo queda más que claro, y que ellas mismas lo confirman, es que “es un lujo vestir las mesas de tu boda”. El objetivo de Boudica Atelier, desde sus inicios, se manifestó con esta idea de resaltar la personalidad real de cada novia, y es que su presencia en los eventos más exclusivos del país les ha permitido jugar con esta idea de fantasía llevada a la realidad y, por supuesto, a las mesas en vajillas de ensueño. “Queremos que nuestros clientes sientan nuestro profesionalismo y que vean ese amor por la personalización”, aseguran. Si algo me llama la atención es el cuidado que las tres le dedican a sus diseños, y es que todos ellos llegan a las bodas y eventos con la supervisión ideal para asegurar que cada elemento luzca perfecto y en sintonía con los demás detalles. Nada queda a la casualidad y, por el contrario, el trabajo de Boudica Atelier se hila como esos vestidos espectaculares de la realeza: con los mejores materiales, con paciencia, tiempo y con la garantía de dar un resultado fuera de serie. Una obra de arte que se extiende por las mesas con un lujo innegable, no hay más.
El mix and match permanece como una guía básica en el proceso de diseño e inspiración, y aunque las tonalidades se fijan con base en las tendencias y las necesidades del mercado, la meta es que ellas mismas, e incluso los Wedding Planners, puedan hacer una combinación ideal entre colores, patrones, texturas y acabados. “Tenemos vajillas que en el setting lucen muy distintas. Cleopatra, por ejemplo, que es rojo con rosa, si la montas en una mesa con flores en rosas pálidos se ve muy rosita, pero la combinas con flores rojas, con tonos morados o negros y luce más roja, entonces lo que buscamos es que sea muy versátil y que no sea necesario que te cases solo con un color porque puede transformarse en lo que sea. Tratamos de abarcar muchas combinaciones para que nunca te canses de verlo”, dicen.
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La experiencia de Boudica Atelier recorre todos los puntos de la República Mexicana, y bajo su percepción, incluso son los mismos destinos los que sientan las bases sobre la personalidad que lucirá de sus vajillas inspiradas en la realeza. Todo se basa en una ecuación en donde los colores encuentran espectros distintos, luces, detalles y nuevas formas de darse a conocer en todos los encuadres posibles. Lo más interesante es que la esencia de esas reinas se traduce en distintos elementos del evento, haciéndose presentes en el diseño de la barra, la propuesta del menú y esos detalles que, aunque mínimos, son capaces de transformar el resultado final.
Los diseños de Boudica Atelier también han formado parte de la historia personal de estas tres mujeres. Aunque Mariana ya estaba casada previo al lanzamiento de la marca, no dude en decirme que ella hubiera decorado con Helena, una vajilla que, con toques dorados por doquier, juega con una expresión de la geometría a través de triángulos y romboides que conviven en un mismo diseño; la mezcla de patrones es básica en esta propuesta y, por supuesto, la elegancia de la misma es abrumadora. Por otra parte, Andrea me cuenta que ella se casó con María Antonieta, esa vajilla que hace de los rosas y el dorado una experiencia muy similar a aquella proyectada por Sofia Coppola y que, además, el mismo patrón se llevó a la pista para magnificar esa inspiración en la realeza. Rocío apostó por el Mix and Match de las anteriores. Helena y María Antonieta estuvieron presentes en su día que, por cierto, fue planeado por la dupla de González + Helfon.
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La joya de la corona de las bodas llega con Boudica Atelier, una firma mexicana que provoca, descubre y atrae con una nueva concepción de la realeza y su elegancia. A través de un homenaje a esas mujeres con historias fantásticas y sumamente inspiradoras, las vajillas se convierten en extensiones de personalidad, contrastes y una nueva apuesta en la forma de arte que se monta en una mesa y trasciende a cada momento. Sin límites, pero siempre con el buen gusto como bandera navegante, la exclusividad se siente, se ve y se combina con distintos formatos y con una línea en común: la perfección.
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