Es innegable el impacto que ha tenido la pandemia en diversas industrias: la desaparición de espacios físicos de trabajo, la forma en la que consumimos productos ha hecho que los teleservicios cobren aún más relevancia y, definitivamente, en la industria del entretenimiento, tomará un tiempo para que se readapten los formatos que ya conocemos. 

¿Cómo se va a transformar el universo musical en las bodas tras el COVID?, ¿qué enfoque le tendrán que dar los novios que se casen a la selección musical de su boda?

Quiero empezar mencionando que esto es una opinión y a la vez una hipótesis. El tiempo será el encargado de decirnos realmente qué pasará. Como DJ de bodas puedo decir que no hay nada que me guste más que ver una pista de baile llena. Sin embargo, esta nueva etapa me hace sentir emocionado pues es un paso a un territorio que nos abre un sinfín de posibilidades para hacer de tu boda algo único a pesar de que parezca difícil pensarlo.

Tras la reactivación de los eventos, y particularmente las bodas, existirá una serie de lineamientos y protocolos para asegurar la sana convivencia entre los invitados. Algunos de los cambios más relevantes serán:

1. Bodas más íntimas, con aforos más limitados. La presencia de la familia ganará peso y los novios se enfrentarán al reto de seleccionar a sus amigos más cercanos en la lista.

2. Es probable que el formato tradicional de una pista de baile con mesas alrededor desaparezca por un tiempo en lo que se controla la situación. ¿Esto qué quiere decir? Las bodas se inclinarán a la convivencia social verbal y no a la aglomeración en un espacio de baile. ¿Cómo se verán? Esto nos lo harán saber próximamente los diseñadores, planners y coordinadores que están trabajando para crear nuevos conceptos de eventos, pero podemos inferir que tendrán un espíritu de cocktail.

¿Como pareja próxima a casar debo preocuparme?

Si como pareja con una boda a la vuelta de la esquina te sientes inquieto, tengo una noticia que te dará PAZ: tu boda tiene una oportunidad de desprenderse de todas aquellas preconcepciones que conoces y realmente puede transformarse en una más auténtica que refleje tu personalidad. En pocas palabras: no debes preocuparte.

Hay que recordar que lo más importante de una boda es la celebración de la unión de dos personas. Esto no es sinónimo de baile. Anteriormente he escuchado que si en una boda la gente no baila entonces nada está bien y por ende no fue una buena boda. Esto no es del todo cierto. 

He de contarte que en muchos países alrededor del mundo las pistas de baile no son habituales y muchas bodas se limitan a un brindis. Esto por ningún motivo quiere decir que la gente que se casa en otros países no se la pase bien. Incluso puedo decirte que algunas de las fiestas que recuerdo con más cariño NO eran fiestas con un formato de baile tradicional. 

Ahora bien, ¿qué cambios puedo esperar en la selección musical?, ¿qué retos enfrentará tu equipo de DJs? 

Siempre ha existido un aura en torno a la música de bodas en México que ha limitado el universo de opciones de canciones que podemos explotar en una pista de baile. Incluso con la presencia de nuevas empresas y propuestas más novedosas, cuando una persona atiende a una boda automáticamente se prende un botón al que yo llamo: “el chip boda”. La gente esperará escuchar ciertas canciones y como DJ tendrás que tener mucho colmillo para sorprender al público y ser propositivo. 

Sin embargo, en este nuevo formato de eventos de boda en donde no existe una pista de baile se extiende el abanico de posibilidades y es algo a lo que los DJs se tendrán que adaptar. 

Muchos géneros que han sido predominantes en los últimos años perderán presencia y otros ganarán territorio: 

Los ritmos latinos para bailar (Reggaeton, Urbano, Vallenato, Salsa, Cumbia etc) serán los primeros en perder fuerza. Esto no quiere decir que se dejarán de tocar, pero sí que la música se inclinará a ser un ingrediente más ambiental y no el punto focal tras concluido el banquete. Sumado a esto, la presencia más palpable de la familia y los aforos reducidos inhibirán el baile sensual y el contacto directo de los géneros latinos.

En cuanto a los géneros musicales que se verán favorecidos, la respuesta es compleja de contestar ya que mucho depende de la personalidad de los novios, el concepto de la boda y los gustos específicos de la familia y los invitados. Todo apunta a que la música house, alternativa, y pop reclamarán su presencia durante “la fiesta”. Géneros como el chill/lounge, deep house, jazz, guitarras, covers acústicos, etc. seguirán estando presentes en las primeras horas de la boda.

¿Pierde importancia el DJ?

Todo lo contrario. Más que nunca habrá que hacer recurso de un universo de canciones que tendrán que ser seleccionadas y sonadas como traje a la medida para eventos que ahora tendrán conceptos y formatos nuevos. 

El DJ tendrá un campo más abierto para proponer canciones y tracks no tan habituales en este tipo de eventos. Los hits clásicos de pista se sentirán descontextualizados si llegan a sonar. Los DJs tendrán que buscar alternativas o los llamados “lados B” y no necesariamente la música tendrá que apegarse al top 40. 

Los DJs novios tendrán que trabajar de la mano con los novios para hacer el soundtrack de su boda aún más específico para una audiencia más reducida.

En conclusión y analizando la situación bajo la lupa de la selección musical y del papel que juegan los DJs, las bodas se encuentran en la antesala de un territorio que podrá redefinir el concepto de lo que hemos acostumbrado en los últimos años. Esto puede ser muy favorable para aquellos que buscan una “boda diferente” y simplemente una boda que en la que no reinen los “chichés”.

Lo más importante a mi parecer es que las bodas post COVID nos extienden una invitación a reflexionar y poner atención en aquello que realmente importa: tú y tu pareja, tu familia y tus amigos. 

Habrá cambios, sí, pero pueden ser cambios muy positivos y el tiempo nos dirá cuándo nos volveremos a encontrar juntos #rompiendotacones.