Elopement en el desierto

Al final todos nos convertimos en historias, ¿o no? Guardé por varios meses esta sesión de fotos con la esperanza de que en algún momento me llegara una inspiración renovada, una nueva fórmula para escribir, los secretos actualizados de cómo llenar una página en blanco. Revisé una y otra vez la galería que me envió Fer Juaristi para ver más de cerca los detalles, entender la historia, encontrar una perspectiva distinta. Entre más me enfoqué en las fotos me desenfoqué por completo de las letras. Luego conecté con la raíz, con la pareja que se convierte en el centro de la historia, con su visión y el enfoque único que guía la expresión personal de su amor. Ahí, justo frente a mí, estaban Sarahi y Carlos.

Elopement en el desierto

No fueron las fotos, el setting o el estilismo, sino la conjugación de todos los elementos que formaron parte de la ruptura de un guión clásico para transformarlo en una historia nunca antes contada. Más allá de seguir al pie de la letra los estandartes que por mucho tiempo han marcado a la industria de las bodas, esta misma, con pasos agigantados y estruendosos, aprovechó la oportunidad en el día de Sarahi y Carlos para buscar su sello propio y, ya de paso, inspirar a quienes buscan romper las reglas, ver más allá de lo obvio, diseñar y crear sin prejuicios.

Le pregunté a ambos cómo describirían el estilo de su boda, y más allá de encasillarla en tendencias o imágenes que salen a borbotones de las redes sociales, me contaron que lo principal era que no hubiera convenciones o protocolos establecidos, sino “una ceremonia que reflejara nuestra esencia, lo que somos y de dónde venimos”, ese “nuevo formato” que poco tiene que ver con la cantidad de invitados, sino con el reflejo genuino de una estética que nace, se desarrolla y culmina en la mente de dos convertidos en uno.

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Elopement en el desierto
Elopement en el desierto

Un elopement en el desierto

La boda de Sarahi y Carlos se realizó en el corazón del desierto de sonora, un espacio natural rodeado de sahuaros gigantes y las personas adecuadas… no más, no menos. “Uno de nuestros amigos más cercanos se encargó de preparar un ritual íntimo muy emotivo en el que conectamos de una manera mágica con todos los invitados y la naturaleza. Al finalizar tuvimos una pequeña sesión de fotos en el lugar, y para terminar el día nos trasladamos a una cena en la orilla de la playa. El siguiente día fue más apegado a lo común. Se realizó un montaje a la orilla de la playa y tuvimos nuestra ceremonia civil y fiesta con más gente”.

Las fuentes de inspiración no fueron necesarias en cuanto a la definición del concepto. Sarahi y Carlos le pusieron Desierto Indie al proyecto de su boda, a partir de ahí las ideas fueran surgiendo, “queríamos que nuestras pasiones y gustos por lo visual y escénico fueran una pieza clave para nuestro gran día”.

Una de mis partes favoritas de este elopement en el desierto fueron las máscaras, dos piezas que ambos utilizaron para hacer una entrada fuera de lo común a la boda. Sarahi y Carlos se dedican al arte. Ella, actriz; él, fotógrafo, por lo que el ingrediente escénico tenía que ser el componente principal, me cuentan. “Reunimos a nuestros amigos y nos convertimos en una manada de animales de nuestra región para dar entrada a la fiesta al ritmo de La maldita vecindad. Nuestro amigo que ofició el ritual es director de teatro y mascarero, y fue él quien se encargó de realizarlas”.

De acuerdo con Sarahi y Carlos, una de las cosas que más los movió fue la ceremonia en el desierto, “fue uno de los momentos más emotivos de nuestras vidas, ya que todas nuestras personas favoritas nos regalaron sus buenos deseos de una forma muy especial”. La entrada con todos sus amigos y el intercambio de votos también figuraron entre los minutos más emblemáticos de este elopement en el desierto.

Elopement en el desierto
Elopement en el desierto
Elopement en el desierto
Elopement en el desierto
Elopement en el desierto

Bodas íntimas y cómo romper el guión

Alguna vez Fer Juaristi me dijo que no hacían falta miles de invitados para validar el compromiso de dos personas. Cuando vi las fotos de Sarahi y Carlos lo entendí aún más. A veces lo único que hace falta es salir de las bodas para entrar más en ellas, definir cómo será esa expresión de estilo sin depender de lo que otros han hecho. Que se cumpla el propósito de HACER ALGO DIFERENTE.

La fotografía, esos textos visuales, son las imágenes que trascienden e inmortalizan los momentos más importantes. Esta pareja lo entendió y ellos mismos me cuentan que “es importante tener una sesión en donde se refleje la esencia y gustos de la pareja y se transmitan emociones y sentimientos orgánicos por ese día tan mágico y especial, sin tener que apegarse a lo establecido”. Con esto en mente, ambos decidieron contratar a Fer, quien se unió a lo que buscaban, “le dimos toda la libertad creativa, porque confiábamos plenamente en su trabajo. Desde que conocí a Sarahi sabía que si me casaba él sería quien tomara las memorias de nuestra unión. La verdad es que superó todas las expectativas que teníamos”.

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Y sobre tener o no una boda íntima, las razones son infinitas; sin embargo Sarahi y Carlos reúnen tres ventajas que no han de pasar desapercibidas:

  1. Te permite generar una mejor interacción con tu gente, creándose una atmósfera de confianza y un ambiente más relajado.
  2. Te permite poner más atención en los detalles y jugar con ellos para crear el entorno soñado de acuerdo al estilo
  3. Te da un abanico de posibilidades de lugares mágicos en donde se puede realizar el elopement.
Elopement en el desierto
Elopement en el desierto
Elopement en el desierto

Y para complementar: el poder de contar tu propia historia sin importar las expectativas, las reglas, el protocolo, la tradición.

Porque casarte no se trata de disfrutar de un sólo día, sino de generar una experiencia que te defina, que te muestre y te refleje. Y así como Sarahi y Carlos, que tu boda sea la excusa perfecta para HACER LO QUE TE DÉ LA GANA.

Fotos: Fer Juaristi